el costurero de matilda 2: PREMIO DULCE ARCOIRIS

PREMIO DULCE ARCOIRIS

Este premio ha sido una sorpresa por parte de mi amiga Mery , me ha dejado el mensaje de que me había otorgado un premio y la verdad me ha dado mucha ilusión , cada día me doy cuenta del poder de esta ventana tan enorme .lo que se puede conseguir , amigas y además hacen, que te sientas valorada y querida .....gracias Mery de corazón, yo lo otorgo a mis amigas...............................a todas /os las/os que tengo de seguidoras/es...porque creo de verdad que os lo mereceis.
Me gusta la gente buena.
Me gusta leer.
Me encanta dibujar.
Me gustar crear mis diseños.
Me encanta aprender cosas nuevas
Me gusta el deporte
Me gusta la naturaleza
Me gusta que me dejen mi espacio
Me gusta la música.
Lo mejor, mi familia.

2 comentarios:

Rose M. Rodriguez dijo...: Enhorabuena! que fabuloso . Estas siendo apoyada por tus compañeras y eso es importante, pues comienzas el año positivamente. Asi que adelante, saludos, Rose Marie; 3 de febrero de 2011, 15:22
Rosi dijo...: hola matilda
me alegro de tu premio te lo mereces
un saludo; 4 de febrero de 2011, 6:43

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Dijo el hombre a la Hilandera:
a la puerta de su casa:
—Hilandera, estoy cansado,
dejé la piel en las zarzas,
tengo sangradas las manos,
tengo sangradas las plantas,
en cada piedra caliente
dejé un retazo del alma,
tengo hambre, tengo fiebre,
tengo sed..., la vida es mala...
y contestó la Hilandera:
—Pasa.

Dijo el hombre a la Hilandera
en el patio de su casa:
—Hilandera estoy cansado,
tengo sed, la vida es mala;
ya no me queda una senda
donde no encuentre una zarza.
Hila una venda, Hilandera,
hila una venda tan larga
que no te quede más lino;
ponme la venda en la cara,
cúbreme tanto los ojos
que ya no pueda ver nada,
que no se vea en la noche
ni un rayo de vida mala.
Y contestó la Hilandera:
—Aguarda.

Hiló tanto la Hilandera
que las manos le sangraban.
Y se pintaba de sangre
la larga venda que hilaba.
Ya no le quedó más lino
y la venda roja y blanca
puso en los ojos del hombre,
que ya no pudo ver nada...
Pero, después de unos días,
el hombre le preguntaba:
—¿Dónde te fuiste, Hilandera,
que ni siquiera me hablas?
¿Qué hacías en estos días,
qué hacías y dónde estabas?
Y contestó la Hilandera:
—Hilaba.

Y un día vio la Hilandera
que el hombre ciego lloraba;
ya estaba la espesa venda
atravesada de lágrimas,
una gota cristalina
de cada ojo manaba.
Y el hombre dijo:
—Hilandera,
¡te estoy mirando a la cara!
¡Qué bien se ve todo el mundo
por el cristal de las lágrimas!

Los caminos están frescos,
los campos verdes de agua;
hay un iris en las cosas,
que me las llena de gracia.
La vida es buena, Hilandera,
la vida no tiene zarzas;
¡quítame la larga venda
que me pusiste en la cara!

Y ella le quitó la venda
y la Hilandera lloraba
y se estuvieron mirando
por el cristal de las lágrimas
y el amor, entre sus ojos,
hilaba...

Andrés Eloy Blanco
Poeta Venezolano

MATILDITA LA COSTURERA

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